Hola.
Os dejamos la carta de una participante en el movimiento.
Llevo días rumiando sentimientos, sensaciones, enganchada a la noticia, al ser humano…¡y no puedo más! Me levanto pensando en la desgracia del hombre, me acuesto soñando que un mundo nuevo es posible…y me consta, lo cual a su vez me alivia, que es un pensamiento colectivo, sustentado por personas que se sienten indignadas, que sufren, que lloran…pero,¿qué sucede con todos aquellos que se amparan en su silencio parapetados en sus casas?
Lo que me preocupa y me angustia no es el hecho en sí, porque el tiempo hará lo suyo…lo que peor llevo y me ahoga es que aquellos que no nos conocen, nos critiquen gratuitamente; y duele…¡vaya si duele!
El Viernes volvía de la asamblea, caminando por el Casco Antiguo, pensando en los vecinos de la Avda. de Huelva (la idea es molestar lo menos posible,aunque no lo crean). Para mi sorpresa, los decibelios de San Juan superaban más que con creces los de la Delegación, lo cual me alivió y me entristeció, por qué no…¡cuánta gente de copas con todo lo que hay que hacer! Estarán cogiendo fuerzas (esto va acompañado de una sonrisa irónica,pero es lo que tiene la falta de apoyo gestual…).
Al pasar por unos veladores, una señora increpaba a otra que, por lo que se ve, apoyaba a los acampados, y le decía: «¡María, por Dios, si esos son unos «ninis» que están ahí todo el día sin hacer nada!» Me di la vuelta por varias veces, calle arriba, calle abajo, voy, no voy, le contesto, lo dejo pasar… pues no le contesté y por no haberlo hecho, hoy estoy pagando, porque necesito expresarme y no consigo sacar tanto que llevo dentro. Pues bien, Señora, ahora le voy responder con toda la calma que me sea posible:
Soy maestra funcionaria, tengo 29 años, dos hijos, un marido extranjero, a lo cual espero, no le ponga ninguna pega, aunque si le digo que es abogado, quizás esté usted más tranquila (otro gesto irónico). Cada día que me es posible, voy a la asamblea con toda mi familia porque intento transmitir a mis hijos los valores de respeto y humanidad que allí se respiran. Como yo, hay muchas más personas, médicos, profesores, ingenieros, y otros tantos, los que afortunadamente pueden, que trabajan y dedican su tiempo libre a apoyar esta noble causa.
Tenemos de todo, señora, como en botica; hay bebés que respiran aires de libertad y abuelos que, como ellos mismos dicen, porque aún tienen mucho que decir en esta urbe infestada de asilos y cinismo, ya lucharon mucho para que usted, entre otros, goce de las libertades que hoy tiene.
Y bueno, si es que a usted le preocupa tanto lo de los «ninis», que ya veo lo puesta que está en estigmas sociales, le diré que sí, los hay, desgraciadamente, y son los encargados de que esta llama no se apague, de permanecer ahí por si usted decide un día, señora (aunque difícil lo veo) informarse de quiénes somos y por qué luchamos. Sin ellos, esto no sería posible.
Pero déjeme decirle, por si quisiera usted nutrirse de alternativas (cuidado,no se asuste con el término) que quizás, y sólo quizás:
NI estudian, porque desgraciadamente, y esto lo puedo decir con algún conocimiento de causa, el sistema educativo actual se tambalea y como fiel reflejo de la sociedad que es, sólo tiene sitio para los «fuertes», los que pagan, los que no reivindican…No todos tenemos las mismas oportunidades, no todos nacemos en las mismas familias y, sinceramente, no creo que interese si el alumno acaba de presenciar una paliza, si no tiene para unas zapatillas porque se han quedado todos en el paro, si tiene que ir a comer de caridad… porque lo importante es que no ha traido la tarea, una vez más, el mismo de siempre, el que no tiene futuro porque no vale ni para barrendero (siempre les toca a ellos), lo cual tiene gracia porque hasta para eso se pide título universitario…
NI trabajan, señora, porque no existen oportunidades, porque la “titulitis” de la que se han beneficiado todas las instituciones, no tiene salida. Porque hoy ni usted ni nadie está a salvo de despidos improcedentes, de injusticias laborales, de la supremacía del que paga, de la mano del hombre…
Y bueno, déjeme decirle por último, que con usted la frase que aboga al atrevimiento de la ignorancia, cobra sentido…pero no se preocupe porque no tengo ningún problema, siempre que no se sienta ofendida con mi propuesta, en contarle qué me indigna:
Me indigna que el político, cuya función en la comunidad es igual de necesaria y válida que cualquier otra, obtenga una serie de privilegios vitalicios que no posee cualquier ciudadano de a pie que trabaja (el que puede) ocho horas diarias, 6 días a la semana, 350 días al año, durante 40 años de su vida para acabar con 500 euros de pensión “por los servicios prestados”. Me indigna que, además, no realicen su trabajo, porque en cualquier empresa, si no lo haces bien, se te despide. Me indigna que, estando ellos a mi disposición, a nuestra disposición, dado que son nuestros asalariados, “simples gestores de unos recursos que nos pertenecen” (que jamás se les olvide), no tengan en cuenta jamás lo que les pido. Me indigna que con mi dinero llenen sus arcas de alfileres, medallas y tantos otros objetos completamente inútiles, innecesarios e injustificables, cuando hay miles de personas haciendo cola en el paro.
Me indigna, y no sabe cuánto, señora, tener que pagar por una vivienda semidigna (con sonido de la cisterna de mi vecino incluida) cinco veces su valor real. ¿Verdaderamente esperan que me crea que por unos materiales de mala calidad, 1/50 del valor de un terreno y mano de obra barata (muy barata), debo pagar 150.000 euros? ¡Me indigna que se aprovechen de la falta de conocimiento de los ciudadanos!
Me indigna, aunque mucho más me apena, me encoge, me deprime, vivir en una sociedad donde, ante el nacimiento de un movimiento pacífico, legal, cargado de buena voluntad, gestos de cariño, desinterés, compromiso, humildad, humanidad y civismo (todo aquello a lo que jamás sabrá dar importancia, señora), se responda con violencia injustificada, atentando contra el ser humano y sus derechos y que nadie con potestad jurídica haga nada. Me indigna su falta de indignación…
Tan solo me queda pedirle que no tenga pena, porque a pesar de los pesares, sigo creyendo que un mundo mejor es posible y saldré cada día por usted a la calle hasta que lo consiga, alentada por los consejos de mis padres, mis abuelos, y los justos que les precedieron, por el futuro de mis hijos y por todos los indignados que hoy, aunque a nadie le interese, claman por la libertad en calles y plazas.
Gracias por su tiempo, estimada señora.
Atentamente,
Lucía Morales
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Además, os dejamos el link a otra carta muy sentida de una acampada en Sol. Éste es el link: http://madrilonia.org/?p=2534
Otra carta. En este caso a quien está deseoso de que todo esto termine y pide que comience el desalojo en Sol, el presidente de la patronal (quién sino…): http://madrilonia.org/?p=2534
LA tendencia a Vivir en una mejor calidad esta en nuestros corazones desde LA creacion hasta en TIempos venideros.el ateo.el religioso.EL nostico. El cientifico .pero esto TIene precio el trabajo espiritual y material
Yo humildemente ante esta carta solo puedo quedarme en silencio y aplaudir.
Aquí hace falta el «me gusta de facebook» …
porque… ME GUSTA!!!!
Lucía, la gente ignorante, los pijos, y fachas, que desgraciadamente abundan en nuestro país, deben aminorar. La escuela, principal responsable de la educación junto a la familia, debería empezar a considerar el conocimiento político como parte integral de la formación de los individuos.
Debemos intentar que las generaciones venideras, nuestros hijos, estén mejor preparados para que la clase política no tenga opción de engañarlos.
Como dice Rosa más de uno solo podemos aplaudir humildemente ante tal forma de plasmar en el papel los sentires de tantos de nosotros.
DEMOCRACIA REAL YA!!!!!!.
Totalmente de acuerdo con lo expresado con Lucía.
Uno de los primeros días de acampada estuve allí y una señora de 50 y tantos hablaba por el móvil y le decía al interlocutor con aire irónico y despectivo: «sí, sí están aquí con carteles y pancartas, pero no veo ninguna que ponga queremos trabajar».
Yo, de 52 años, con 30 meses desempleado, 426 euros como único ingreso familiar y que iba acompañado de mi mujer…que me retuvo cuando me iba a dirigir a la señora…para decirle…..mejor no lo digo.
Un abrazo a todos y a continuar la lucha como martillo de herrero, que a fuerza de golpeo constante moldea el hierro.
Ánimo!!!
ME gusta mucho la carta, pero quiero aclarar que en las acampadas, entre los que han tomado las calles, también hay mucha gente que no es NINI, que trabajan, que estudian….y que se levantan temprano después de haber estado reunidos en la Avd/ Huelva hasta a veces, las 5 de la mañana para irse a trabajar o irse a estudiar, o que llegan a las 16:00 o a las 21:00 después de trabajar, para seguir trabajando un poco más. Porque que la acción no sea remunerada, no significa que no se trabaje. O diganme, ¿¿¿¿un/a ama/o de casa es un NINI????
LUCÍA, mi felicitación por haber hecho poesía con tu carta de respuesta a esa y a muchas señoras que no saben ver más allá de la punta de sus narices; pero ciudadanos y ciudadanas habrá que por ellas salgamos a la calle, para intentar conseguir lo que ellas ni siquiera imaginan: vivir